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Our Voices: Juan Tadeo in Mexico

Categories: Community, General, GV 2015
Nuestro colaborador en México, Juan Tadeo

Nuestro colaborador en México, Juan Tadeo

Nacido en Ciudad de México en los años ochenta, Juan Tadeo se graduó de derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 2009 y desde su blog [1] ejerce su derecho a la libertad de expresión y escribe de variados temas, de justicia, política, transparencia… y a veces música y fútbol para hacerlo “todo más tolerable”, como él mismo dice.

Colabora con Global Voices desde 2011y recientemente se ha abocado a la cobertura del caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa [2].

¿Cómo te involucraste con Global Voices?

Eso ocurrió hace casi cuatro años, a inicios de 2011 cuando busqué a la otrora editora, Silvia Viñas. De ella aprendí mucho.

Supe de la existencia de Global Voices unos meses antes de eso, porque algún autor de aquellos días citó un post de mi blog sobre la violencia, racismo y discriminación que se vive en la frontera norte de México, es decir, la frontera con los Estados Unidos de América. Me dio mucho gusto ser citado y me emocionó ver un fragmento de mi post traducido a varios idiomas en pocas semanas.

¿Qué es lo que más te gusta de ser voluntario para GV?

Me parece fascinante tener la oportunidad de colaborar con una plataforma que lleva historias locales a todos los rincones del mundo. Con Global Voices la gente puede leer sobre acontecimientos de mi país en su propio idioma (inglés, francés, italiano, esperanto y muchos otros). No obstante, me gusta crear los contenidos en español antes de que sean traducidos; lo hago así porque en mi opinión no es fácil encontrar sitios alejados del mainstream que sean imparciales, confiables y actualizados, escritos en dicho idioma.

¿Cuál es la historia que más te ha impactado y por qué?

Todas las historias de la violencia impune que aqueja a México me agravian, me impactan y me entristecen. Cada vez que escribo un post sobre personas desaparecidas, sobre hallazgos de fosas clandestinas y otras cuestiones aciagas, siento que el país se aleja más de la paz y de la justicia que en otros lugares del planeta son la regla, no la excepción. En particular, la historia de la Masacre de Cadereyta y los hechos sombríos de Ayotzinapa podrían ser ejemplo de esta categoría.

Por otra parte, recuerdo haber resentido mucho, pero de una manera absolutamente distinta, al haber reportado la partida de Gustavo Cerati, un talentoso músico al que he admirado por varios años.

¿Qué has aprendido del periodismo ciudadano?

Me ha servido para ser mucho más crítico del periodismo del mainstream, para advertir cuando su trabajo está mal hecho o es técnicamente deficiente.

En México es particularmente visible esta cuestión ya que las compañías que controlan los medios de comunicación, tienden a entregar al consumidor productos de pobre calidad y evidentemente dirigidos a favorecer al poder fáctico que representan.

En consecuencia, he aprendido que muchas veces (no todas, desafortunadamente) el trabajo que hacen los medios ciudadanos es pulcro y sumamente valioso, aunque todavía no llegue a ser apreciado por los grupos mayoritarios de la población, al menos no en México.

¿Qué necesitan los medios tradicionales en estos momentos de tanta participación ciudadana a través de redes sociales?

Creo que deben prestar atención a los individuos que han adquirido conciencia y que demandan contenidos de calidad y de actualidad. Algunos medios globales han comenzado a hacerlo porque saben que a una velocidad lenta, pero constante, aumenta el número de personas que exige respeto a su derecho como audiencia o como consumidor.

En mi país esa velocidad es más lenta aún y un gran sector de la población sigue contento con los medios que se enfocan en “noticias” o rumores del mundo del espectáculo, con comedia vulgar o con películas estadounidenses poco exitosas de tres décadas atrás; una fórmula que le ha funcionado bastante bien a los medios tradicionales. No obstante, de manera paulatina crece el número de personas que apaga la televisión, que consulta diversas fuentes, locales y globales, que forma su propio criterio y que quizás encuentra en el periodismo ciudadano una alternativa interesante que se acerque más a satisfacer sus necesidades informativas.